Las recientes inundaciones han devastado nuestras instalaciones: el agua y el barro alcanzaron los
2,20 metros, destruyendo estanterías, puertas, persianas metálicas, y hasta una de las paredes del
local. Todo el material que teníamos se ha perdido por completo, dejándonos sin inventario ni medios
para operar. Además, hemos perdido nuestras dos furgonetas, fundamentales para el servicio diario
que ofrecemos a nuestros clientes. Lo hemos perdido todo.
Por ello, hoy nos dirigimos a ustedes con humildad para pedir su apoyo en este momento tan difícil.
Con su ayuda, podremos dar un paso hacia la reconstrucción y continuar ofreciendo el servicio
cercano y confiable que nos ha caracterizado.