Desde 1883, la carpintería de la familia García en Catarroja ha sido más que un negocio. Es un testigo de esfuerzo y tradición transmitida de generación en generación. Blas García y su hijo, Blai, representan la tercera y cuarta generación de carpinteros que, desde muy jóvenes, aprendieron el oficio de sus mayores, dedicando su vida a la madera, y a la belleza de este trabajo artesanal. Recientemente, la DANA ha provocado graves inundaciones en la zona, destruyendo tanto la carpintería como sus hogares. La planta baja de Blai y la casa de Blas quedaron totalmente cubiertas por el agua, llevándose consigo años de recuerdos y sacrificio. Además, destruyó sus vehículos y furgonetas, su taller, ampliado hace menos de un año, y el agua ha dejado inservible su maquinaria, incluida una máquina nueva, que aún estaban pagando. Ahora, el negocio está en riesgo de desaparecer. Sin la carpintería, no solo se pierde un medio de vida para esta familia, sino que desaparece también una de las pocas carpinterías artesanales que quedan. La familia García ha dedicado más de un siglo a sostener esta tradición, y no quieren ver cómo, por una catástrofe natural, el trabajo de toda una vida se desvanece.