Antes de que todo esto sucediera, me enorgullecía decir que tenía una empresa dedicada a la compraventa de vehículos de segunda mano y ocasión. Era algo que hacía con verdadera pasión, disfrutando de cada etapa del proceso: desde encontrar el vehículo ideal hasta ver la satisfacción de nuestros clientes al adquirirlo. Hoy, la realidad ha cambiado. Puedo añadir a mi currículum un título inesperado: experto en quitar barro. La situación me ha obligado a enfrentar desafíos que nunca imaginé, adaptándome a circunstancias completamente distintas. Sin embargo, sé que esto es solo una etapa temporal. Cada día que pasa, estamos más cerca de recuperar la normalidad y volver a lo que realmente nos apasiona: brindar un excelente servicio en el sector de la automoción. Esta experiencia no solo me ha enseñado la importancia de la resiliencia, sino también la certeza de que, con esfuerzo y determinación, volveremos más fuertes. Estoy convencido de que lo mejor está por venir.